El “arraial” triste”.

Al tomar café en el aeropuerto se dio de bruces con el personal del “BRIFOR”, brigadas de extinción de incendios forestales trasladados a Tenerife por la última y conveniente catástrofe forestal.

Conveniente a todos, al gobernante, al especulador, al vendedor de madera de Tea recién quemada, talada y preparada para su venta sin siquiera haber apagado el incendio, esta vez un poco más escondido que en la flagrante situación de un incendio pasado en Lanzarote.

Oyó una conversación al paso por su café, un padre díscolo empeñado en ir a la farmacia ante la protesta del clan familiar compuesto de abuela, esposa e hijas, todas protestando contra él.

La asaltó un coche en exposición dentro del aeropuerto, entre la conversación queda de dos mujeres, una de ellas sin pelo y leyendo una publicación de una “red social” que versaba sobre la maldad, al borde del sollozo.

La zona de “Llegadas”  permanecía desierta frente al bullicio abarrotado de las “Salidas”, detenido el tráfico aéreo hasta que la autoridad aérea permita la actividad. Aún no ha amanecido.

El aeropuerto se encuentra en una zona urbana, por lo que está fuertemente controlado el ruido de los aviones ante la protesta ciudadana.

Ingresó al “embarque” y contempló a los adolescentes histéricos de alegría ante la novedad de volar, sin ser conscientes de lo difícil, las miles de horas que lleva preparar que volemos con total seguridad en manos de grandes profesionales de todo tipo y grado.

Otra conversación, de dos señoras de 50/60 “que van al médico”, le preguntan por la guagua, direcciones y demás.

Sentada en su asiento, horario retrasado. Cinturón de seguridad abrochado, porque el aparato pidió “verificación de mantenimiento” le informó la auxiliar de pista, mujer canaria joven, mientras comentaron el fuerte olor a madera quemada por el incendio que inundaba la pista antes de abordar la aeronave.

Voló sentada al lado  de un hombre canario, guapo, comentaron algo banal y él se durmió rendido por el mal sueño de la “Ola de Calor”.

Aterrizó, fumó, guagua y volvió al Teatro Pérez Galdós.

La asombró como una y otra persona se le acercaba a preguntarle direcciones y paradas de guagua, ella que se creía a salvo por sus tatuajes de indígena guerrera.

Sudando en modo tropical fue caminando a ver “LaLonji”, juego de palabras en creole caboverdiano que significa “allá lejos”, el formato que Yuran Henrique eligió para expresar cuanto echa de menos su país, (”allá lejos”), sus “pejes”, sus mujeres orondas negras que venden y cocinan en la calle pintadas sobre “batik”, la furgoneta “Kombi” que hace de transporte público, y la metáfora de estar siempre lejos, aunque estés en tu propia casa.

Al artista de Cabo Verde Yuran Henrique le han asignado una sala pequeña, en pleno patio al resol de sus puertas, ignoro si es la propuesta original del artista o contiene limitaciones de espacio/contenido.

La entristeció el vetusto aspecto del lugar llamado “Casa África”, que bien podría llamarse Casa Colonial Negrera por las obras de arte de Ghana expuestas en vitrinas que presiden su entrada.

La desafortunada exposición “Somos Afro”, le quito las exclamaciones del título al tratarse de retratos, hechos por José L. Simón un fotógrafo madrileño, que contienen a “personas afro, afrodescencientes y  miembros de grupos comprometidos con la defensa de los derechos del colectivo afro en nuestro país”, disecadas cual mariposas de coleccionista victoriano que expoliaron y arrasaron las “colonias” y las depositaron en los sótanos de los museos europeos. Esta muestra repite el patrón, esta vez con personas y ocupa la sala principal al tratarse de un proyecto coordinado entre el “Ministerio de Cultura y Deporte y el Museo Nacional de Antropología”.

Salió, tomó un taxi, y de nuevo tuvo que dedicarse a la acción anarco-feminista urbana, para explicarle al conductor, hombre joven, canario y que sabe identificar su malestar sin identificar el origen político colonial del mismo, recurriendo a la visceralidad propugnada por el posfascismo, la “política de las vísceras”.

Le aclaró los % del P.I.B. correspondientes al Turismo en Canarias, sólo un 30% por lo que no es correcto decir ni pensar “vivimos del turismo” ya que no se corresponde con la realidad económica ni social.

Avanzó por la calle decidida a saludar sólo a los jóvenes  negros entre “Santa Catalina” y “Luis Morote” con un risueño y suave “Bonjour”, respondido al instante.

Confiaba en que sólo ellos podían enriquecer esta sociedad falsificada a golpe de marca de franquicia.

Continuó andando en aquel “arraial triste” que es hoy Canarias y conversó con un hombre saharaui y otro canario.

Uno es comerciante, risueño, abierto al diálogo y buena gente, otro dice ser “camarero”  y va sufrimiento en ristre, cumpliendo turnos de 12/14 horas en una terraza de la Playa de Las Canteras.

La saludó lo sórdido, le pidió un cigarro, y le produjo melancolía de aquella ciudad.

De lo que puede ser a lo que es.

Comenzó a ver a musulmanas y musulmanes con sus galas camino del rezo del mediodía del Viernes, salir de sus casas y comercios.

Una honda tristura la aborda, en cualquier lugar de Canarias.

Soñó con un archipiélago atlántico en el que hiciera frio, lloviera y hubiera hortensias y azucenas. Recordó el olor a bosque quemado en la pista al abordar la aeronave.

Se me adecentó el humor con un excelente arenque sueco con salsa de eneldo y deseó estar en 1958. Que Las Palmas aún fuera esa tierra de promisión para escandinavos y para la “flota pesquera japonesa” que recalaba en la isla cuando volábamos en “Super-Constellation, Lockheed”.

Cuando el istmo del Arenal que unía el Real de Las Palmas con el Puerto de la Luz, aquel que en los años 30 tenía raíles de tranvía que surcando las arenas pasaba por la Calle Mayor de Triana.

En la “Recova” de Vegueta reza en su mosaico frontal “Reynando Isabel II”  y está en frente al Teatro Pérez Galdós, ridiculizado en los diarios de la época por gastarse los cuartos de la Reyna en construir un teatro al borde el océano y las caricaturas lo pintaban nadando entre peces. 

“Arraial”, portugués. 1.Campamento. 2. Fiesta popular al aire libre, generalmente con música, comida y bebida.

Mi amiga, la Rosa/ “Mon Amie La Rose”…

“Y ante la Muerte acechando, se retiró” Patakí de Xangó.

No alquiló un chalet caro con “mujeres artistas”, porque no desayunaba “american dream”, nunca.

Siguió en el pisito de barrio, al que amorosamente había llegado de la mano de sus amigas amantes de compartir, perseguida por el calor húmedo para el que se había entrenado en el Nordeste de Brasil.

Fue allá huyendo de la Muerte, pero esta la encontró y la azotó en plena cara.

Nadie pudo comprender su fobia ante la rigidez del cadáver vendado cual momia de su abuela querida, que le causó un trauma en la infancia.

Se mantuvo sola, encerrada y triste. Su tristura no es pública ni se comparte, sólo con letras.

Sus lágrimas son sólo suyas y no quiere que nadie las vea. Le irrita profundamente que la vean llorar en público, curtida con golpes de sabor a óxido, sangre en la boca y humillaciones públicas. Tal era su tragedia, casi una ópera de Verdi

El ocaso de Virgo la llenó de incertidumbres, pero era puritito estrés. Lo supo porque con dos comprimidos dejaba de sentir lo “retrógrado de Mercurio” y percibió que la retrógrada era la sociedad en la que le había tocado nacer. En unas islas yermas, resecas y llenas de resabio y rencores.

La “niña con mala reputación” creció.

Se convirtió en una señora mayor, casi como esas mujeres eternamente enlutadas de su pueblo, y de nuevo anheló huir a una casa reseca en medio de un páramo, rodeada sólo por cabras y burros.

Seguía teniendo como “tótem” al Dromedario de su infancia, y así se enfundó en su pellejo viejo y lleno de heridas y cicatrices, que le devolvió a la realidad.

 Françoise Hardy cantó “Somos tan pequeñas, y mi amiga la Rosa me lo dijo esta mañana. Al amanecer nací bautizada de rocío y florecí enamorada y feliz, en los rayos del Sol. Me cerré por la noche, desperté vieja sin embargo yo era la más bella de las flores de tu jardín”…

Para Rosa, mi querida, que estará tomando sol.

La piel de la paquiderma y el “Ankus”. La niña y el Violador.

Cuando era pequeña, los primeros recuerdos son de su temprana infancia, el abusador la iba cercando.

Merodeaba,  era un depredador. Quiere ejercer el Poder y es esa, exactamente esa, la acción que le produce placer.

Amedrentar a alguien desvalido, una niña lo es, para satisfacer su apetito libidinoso.

 

Cuando un elefante es una cría, pesa alrededor de 120 kg. y la persona encargada de domarlo, “Mahouts” en la voz hindú, usan un “Ankus”, o Focino, una barra de metal en forma de pica que le clavará en los hombros, cuello u orejas para que obedezca.

 

El abusador la amenazaba con “contarlo todo en su colegio” si no accedía a la violación y la niña sin siquiera imaginar que de hacerlo él sería el más perjudicado y que es mentira, se aterroriza.

Primer golpe de Ankus en la piel de la joven paquiderma.

Pasará el tiempo y el abusador desplegará una suerte de  “poder de seducción” basado en el Terror “a que se sepa”, y el incipiente placer sexual infantil, sin conocimientos y puramente instintivo, para hacer sentir culpable a su víctima.

Esta será la segunda herida de Ankus en la piel de la criatura paquiderma, determinando así “la doma”.

Dadas tales prácticas se perciben en la sexualidad de las víctimas de abuso sexual infantil una concepción de la práctica del sexo como algo violento y sucio.

Las consecuencias durante la infancia son fracaso escolar, comportamiento retraído,  miedo o animadversión al abusador, con el que tendrá que convivir dado que el 90 % de los abusos infantiles se dan en el entorno familiar, irritabilidad, ansiedad, insomnio y anorexia.

En la adolescencia las personas abusadas en la infancia suelen tener unas primeras relaciones sexuales insatisfactorias y se observa el inicio de consumo de alcohol y drogas a muy temprana edad en la mayoría de ellas.

El abusador-domador habrá infringido tantos golpes de Ankus  en la piel de las crías que de mayores reaccionarán con violencia, ira y agresividad ante relaciones sexo-afectivas o emocionales. Han sido las victimas domadas para que su relación con el sexo sea de “sumisión/dominación” y es en la mayoría de casos una herida, con la que se puede aprender a convivir, pero incurable.

 

En mi propia experiencia es un asunto tratado con la psicología y la psiquiatría, perdonado pero jamás olvidado, y que me hace una persona con un grado de desconfianza superior, por fuera de la gráfica de cualquier perfil de la personalidad trazado por profesionales, de cualquier persona común, que no ha sido abusada. Esto es 300% en desconfianza frente a 15% de las personas cuya infancia ha transcurrido sin abusos sexuales.

No han sido “domadas” con pinchazos sangrantes de Ankus en la piel y pueden tener relaciones sexo-afectivas funcionales y satisfactorias.

Volver a reseñarles que el 90% de loa Abusos  Sexuales Infantiles se dan en el ambiente  familiar o escolar, el más próximo a alguien que es supervisado y cuidado por mayores.

 

Agradecer la construcción del símil a la película “Agua para elefantes”, basada en la novela homónima de la canadiense Sara Gruen.

Datos estadísticos sobre Violencia sexual contra menores en España.

https://geoviolenciasexual.com/violencia-sexual-contra-menores-en-espana-datos-y-tendencias/

Brasil: Historia del Bandidaje y la Violencia Urbana.

Tanque blindado de la Policía Militar en Río de Janeiro, conocido popularmente como «caveirão«.

No podemos comenzar esta historia sin contar la revolución de Corrupción y Delincuencia que supuso el arribo a Río de Janeiro de la Corte de Portugal ante la invasión napoleónica.

Antes ya hubo crónicas sobre la crueldad y el maltrato de los conquistadores con los Pueblos Indígenas.

Ante la crítica de la Iglesia, decidieron “importar esclavos” en “armazones de negros” desde las “Factorías de Esclavos” que Portugal poseía en Congo, Angola y el Golfo de Benín.

Al final la historia de Brasil es un jalonado mosaico de guerras, rebeliones, “contestaciones” e invasiones, como la de la Guerra de Paraguay, pero me detendré en varios aspectos que en mi criterio han evolucionado hasta la situación actual de Violencia Urbana.

El fracaso de la llamada “Ley Áurea” firmada por la Princesa Isabel en 1888, amenazada por quienes derribaron el Imperio y proclamaron la República, denominada “velha”, vieja, dejando sin efecto el reparto de tierras a los esclavos contemplado en la tal ley y que quedó sin efecto.

Ya hemos hablado en este mismo medio sobre los efectos que tuvo este fenómeno en “Canudos, la Revuelta Áurea” y pueden releerlo en el pie de página.

No podemos avanzar sin hablar del Bandidismo del “Cangaço”, espacio geográfico situado al nordeste de Brasil y declarado en rebelión armada contra un fenómeno político que trajo la “República Velha”, el “Coronelismo” y cuyos integrantes en principio hombres fueron denominados “Cangaçeiros” incorporándose posteriormente hacia la década de 30 las Mujeres al Cangaço.

Omitiremos cualquier juicio sobre “buenos y malos” con respecto a este fenómeno que acabó con la muerte de Virgulino Ferreira, “Lampiãoy María Gomes de Oliveira, “María Bonita” en 1938 tiroteados por la Policía Armada Oficial, conocida como “Volante” en “Anjicos”, Sergipe. Ambos fueron tiroteados y degollados, María aún viva cuando fue degollada. Sus cabezas decapitadas fueron llevadas a Salvador Bahía y presentadas públicamente en el Museo de Antropología Criminal, hasta que fueron devueltos a sus familiares.

Se va instalando un culto a la imagen martirizada, primero de esclavos más tarde con las cabezas de los Cangaçeiros, sin olvidar al héroe de la Patria, “Tiradentes” que se muestra descuartizado en pinturas de la época. Imágenes que sirven de advertencia y son en sí mismas Represión por parte del Estado. Una advertencia, una política en fin.

Desde el inicio del siglo XX, aparece en Río de Janeiro una población negra, urbana y bohemia que puede llegar a conformar el Lumpen, con la estelar presencia de “Madame Satá”, un transformista que tomó el nombre del film de Cecil B. DeMille en la década de 20.

La aparición del Fascismo, la instauración del “Estado Novo” por el Dictador reconvertido Getulio Vargas y el paso a la Dictadura Militar tras el Golpe de 1964, contribuyen así mismo a usar esas imágenes del Terror por parte del Estado contra una masa de población pobre y dejada a su suerte desde el fracaso de la Ley Áurea: los afrodescencientes, Negros que conforman la amplia base de la pirámide social brasileña.

Es un clásico que sea victimada la población afrodescendiente por parte del aparato del Estado brasileño como forma de obtener una mano de obra paupérrima, aterrorizada y en múltiples ocasiones con hambre, por medio de la Violencia ejercida por los Cuerpos de Seguridad del Estado como la Policía Militar, que detentan el monopolio de la violencia, y se haya ido conformando una estirpe de Bandidaje que serpentea hasta la actualidad, con las “Facciones” o “Comandos” y también de las “Milicias” descendientes de los Escuadrones de la Muerte destinados a asesinar población negra pobre sin hogar y habitante de las calles y todos fuertemente armados.

Las Favelas, conjuntos habitacionales basados en la ocupación de tierras que trepan las montañas de Río o la periferia de Sao Paulo, cuando no en palafitos en Salvador de Bahía, son el Pueblo Negro trabajador mantenido en situación de ilegalidad en una suerte de Guerra Civil que se arrastra desde el inicio de la República.

No haré consideraciones sobre esta suerte de Guerra Urbana y Política, y sólo apuntar que existen fenómenos similares en toda Latinoamérica.

«Canudos, la Revuelta Áurea».https://farahylosclones.com/2020/02/02/canudos-la-revuelta-aurea/

«Le Streghe e il diritto delle donne trans». versione italiana, traduzione dallo spagnolo Juan José Coy Girón versione italiana.

«Autoritratto». Foto Farah Azcona Cubas

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Le Streghe è un film italiano del 1967 che comprende cinque storie di cui voglio segnalarvene una, La strega bruciata viva, diretta da Luchino Visconti e interpretata da Silvana Mangano tra gli altri grandi attori.

Nell’episodio vediamo Gloria, una famosa attrice (Mangano), arrivare con una pretenziosa limousine in una località invernale, invitata da un’amica che vuole festeggiare il proprio anniversario di matrimonio.
Gloria però sviene e rimane senza sensi, così gli invitati, notati alcuni suoi ornamenti artificiali (cerotti adesivi che le tirano gli occhi, ciglia finte…), glieli strappano e glieli tolgono, godendo di ogni sua imperfezione. Fruizione, malignità, invidia di un “orpello“. Ricordate questa scena.

Gloria si accorge poi di essere incinta e lo dice al marito, il quale decide che il bambino non nascerà e che la diva continuerà con i suoi impegni di carriera.
La protagonista, infine, si riprende e riparte in elicottero, posando perfettamente truccata per i fotografi.

La cosiddetta Legge Trans [1] ha scatenato un sentimento al limite della scienza forense, simile a un’autopsia, dei processi di transizione di genere e di sesso, mescolati vigorosamente con il queer, in un mixing glass che va dall’odio al “ventriloquismo“.

Noi donne trans* ci siamo sentite come Gloria quando era priva di sensi, e di noi sono state sottolineate imperfezioni e malignità di ogni tipo.
Questa scena di Silvana Mangano mi ha sconvolto da bambina e mi sembra ancora la migliore metafora di certi processi di “caccia, stordimento, autopsia e tassidermia” di persone o di interi collettivi.

Il “ventriloquismo” è stato esercitato anche da certe voci femminili, che a forza di appoggiarci hanno elaborato trattati ed enciclopedie su “come deve essere/come è una vita trans*“, perché sembriamo “svenute“, ma ci rialzeremo e continueremo il nostro cammino di “dive” verso le nostre utopie e illusioni, il nostro idillio con la vita.

Non è la prima volta che veniamo attaccate in massa. Non sarà l’ultima. Siamo forti, combattive e abbiamo la nostra voce.

Io sono rancorosa (scherzo) e borbotto in quel rancore i miei pensieri fino a quando non mi viene in mente una risposta elaborata lentamente. Sono un bel serpente pieno di certi artifici e ornamenti che mi fanno sentire bene, come Gloria.

Mi è stato chiesto in questi giorni “quali sono i miei referenti per le donne trans“, e io ho capito che non risponde al mio carattere (mi dispiace essere una donna rossa figlia della Guerra Fredda, settore rosso, interno Dissidenza) avere certi idoli da adorare o imitare.  So di essere complicata e che è difficile capirmi, per questo mi fermo, rifletto e scrivo.

Il primo “referente” che mi viene in mente è La Ocaña, seguito da Nazario e da Shangay Lily. Per essere state rivoluzionarie e per aver portato con sé tutta quella cultura che oscillava tra il sovietico e il viscontiano. Tra la durezza di Pasolini e la dolcezza delle sue poesie.

E voi direte che non sono né trans, né donne, perché no, nemmeno io devo identificarmi costretta dall’urgenza delle vostre incertezze.  Non pretendete che io sia ciò che non sono mai stata, né so se voglio esserlo. Rispettate anche la Libertà delle generazioni future, non sbagliate i “referenti” e non condannate le persone a essere “pupazzi rotti” pseudo-pornografici. Rispettate il nostro diritto di dubitare, di sbagliare e di non avere una risposta immediata su come sono le nostre vite, come erano o come saranno domani.

Voi siete nello stesso posto, ma non avete bisogno di leggi “speciali” per avere Diritti Umani, per avere accesso a un lavoro o per essere rispettate nello spazio pubblico. Pensate perché.

Farah Azcona Cubas

traduzione dallo spagnolo Juan José Coy Girón

[1] Si tratta della legge spagnola per l’uguaglianza reale ed effettiva delle persone trans e per la garanzia dei diritti delle persone LGTBI nata per fare in modo che in Spagna l’orientamento sessuale, l’identità sessuale, l’espressione di genere, le caratteristiche sessuali e la diversità nella composizione familiare possano essere vissute in piena libertà.

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