
La jornada fue estructurada de la siguiente manera:
Asistencia de tres técnicos de AMA para un grupo de seis jóvenes con medidas judiciales, en el espacio de permacultura T.I.F.U.
Se formaron dos grupos de trabajo para unas labores proyectadas con antelación, que consistían en rellenar una plataforma con tierra para la posterior construcción de una tienda-yurta, y el otro grupo estaba destinado a ordenar y limpiar un espacio habilitado para guardar aperos, herramientas de trabajo y demás materiales de TIFU.
Se contó con la colaboración de un miembro de TIFU para conducir una retroexcavadora de tamaño pequeño, cedida por el Lander de Hamburgo, necesaria para remover y sacar la tierra necesaria, que fue transportada por los jóvenes de manera manual en carretillas de mano.
De los dos grupos de usuarios con medidas judiciales dos eran manifiestamente hostiles, ejerciendo uno de ellos el liderazgo negativo.
Se echaba en falta una persona encargada de velar por estas cuestiones de parentesco- psicológico tendentes a crear una jerarquía, a fin de desmantelar la posición de líder negativo y hacer que se realizase el trabajo con más fluidez.
Observé que tres de los menores eran completamente recuperables por su gran estima a colaborar, su buena disposición y su escaso interés en el líder negativo.
Fue imposible deconstruir la identidad de liderazgo negativo por adicción a las drogas y una especie de “lavado de cerebro religioso” que viene supuestamente de algún miembro mayor de la familia, de origen turco y religión musulmana.
El sujeto repetía durante el almuerzo consignas sobre el Sionismo y sobre el Islam de corte radical, “ moda entre los jóvenes europeos de origen árabe”, que no pasa de ser una moda, ya que el sujeto observado vestía «blue-jeans», fumaba “Marlboro” y se declaró adicto a los vídeo-juegos, contradicción clara y fuerte con su discurso anti-sionista por estar contradictoriamente inmerso en el consumo de corte capitalista, cosa ajena al Islam.
Lo más preocupante es que un sujeto de este tipo arrastra a todo el grupo al fracaso en los objetivos de reinserción y reintegración a la vida ciudadana.
Uno de los técnicos (X) le gritó nada más comenzar al sujeto negativo, debido a lo exasperante de su insistencia en ser atendido constantemente en exclusiva, lo que revelaba una falta de atención, gran rigidez en las normas y falta de estructuración-articulación en la familia.
El mismo técnico (X) anunció a la una de mediodía, que se ausentaba del trabajo ya que “había quedado para jugar al fútbol” con unos amigos, revelando una falta de interés total por su trabajo y por la integración de los jóvenes.
Los otros dos técnicos (A+B) restantes suplieron, sin menoscabo de la actividad, su función.
El espacio TIFU.-

Aparentemente bien estructurado, debido a la gran personalidad del líder y sus dotes de persuasión, se observó más tarde que no tenían sentido muchos de los proyectos trazados.
En ningún momento se dirigió a los usuarios de AMA, para dirigirles la palabra, ni siquiera durante la pausa para almorzar, creándose dos grupos separados.
Las labores de preparación de la plataforma se llevaron a cabo sin problema pero el local destinado a cocina, estaba muy sucio y desordenado, así como otras áreas comunes. Los usuarios de AMA reclamaron que ese trabajo ya había sido hecho y que estaba todo el local destinado a la herramienta, aperos, etc. en pésimo estado lleno de suciedad y muy desordenado. La cocina no era competencia de los usuarios de AMA.
Cuando terminó el horario los jóvenes limpiaron sus herramientas y se dispusieron a marcharse, no agradeciéndoseles en ningún momento su colaboración en el proyecto TIFU.
Pude observar que el exceso de celo en los trabajos del técnico *A, tenían una respuesta, por parte del sujeto negativo, de tacharlo de autoritario, y lo llegó a llamar “comandante”, en clara alusión a la diferencia racial.
Conclusiones.-
La elección del espacio en el que los jóvenes usuarios de AMA deben realizar su trabajo debe ser minuciosamente analizada por el colectivo antes de participar en una asociación, cuyos estatutos no contemplaban ni siquiera la posibilidad de elección de una nueva Junta Directiva.
Sería necesario, para optimizar la reinserción-reintegración a la ciudadanía de los jóvenes con medidas judiciales de un personal de intermediación en la serie de conflictos relatada, que según mi opinión, no puede ser realizada por psico-pedagogos, antes bien por mediadores interculturales.
Los técnicos no pueden abandonar el cuidado e integración de unos jóvenes en dificultades “para ir a jugar al fútbol con unos amigos”, caso del técnico X, que sólo gritó al sujeto negativo, quizás el más necesitado de atención, y le castigó, para luego hacer dejación de sus funciones remuneradas en manos de sus compañeros A y B.
Visto el caso se debe cuidar la formación del equipo técnico para una optimización de los resultados de reinserción-reintegración, no siendo en ningún caso utilizados métodos de punición, mucho menos gritos y maltratos, cuya potestad tiene el Tribunal Tutelar de Menores.
Para ese Relatorio se ha utilizado la técnica antropológica de estudio de campo llamada “Observación participante” en la que el observador interviene en la actividad como uno más, camuflándose para conseguir más veracidad en los resultados de la observación.