
1
“Dice Carmita García
-Si no cambia mi intención
me marcho con mi Ramón
al llano de Bastián Díaz.
Ya no quiero más folías
tampoco quiero bailar
sólo quiero amar
y por lo tanto me voy.
La que siempre he sido soy
si bien me saben mirar.
2
Quise con ansia a Ramón
y él me adoró con ternura
y fue tanta mi locura
que le entregué mi corazón.
Y aquella dulce ilusión
mi casa me hizo dejar
sólo por ir a abrazar
al hombre que tanto adoro.
¡Ay! cuando lo pienso lloro
y sufro por querer gozar.
3
Mi hermano marcha a la guerra
para defender a España
y yo pisando esta tierra
por culpa de quién me engaña.
Sola dejé la cabaña,
pobre choza en que nací
por eso lloro ¡ay de mí!
que me perdí sin reparo
y tendré que pagar caro
el amor que puse en ti.
4
En el amor como la rosa
que tan bonita parece,
cuando en el rosal se mece
no hay que dudar que es hermosa.
Es cual la luz primorosa
que nos alumbra de día,
es cual la mujer perdida,
o, mejor dicho, cual yo,
pobre flor que se perdió
en el rosal de la vida.
IIª parte.
1
¡Válgame dios, que locura
lo que en la costa ha ocurrido,
que para tener marido
no fue necesario el cura!
Resplandeció la hermosura
de un hombre y una mujer
que se supieron querer
con la bendición del cielo
y de cama el duro suelo
dónde se entabló el placer.
2
No hubo siquiera un colchón
donde poder arrullar
la venus que supo amar
las fibras del corazón.
3
Tan solo se oyó un clamor,
según afirma un muchacho.
porque todo el hombre macho
exclama un ¡ay! de dolor.
La culpa tuvo el amor
que siempre ha de ser chiquillo
y así corrió el barranquillo
y las gavias se llenaron
y los amantes mataron
todo el salón y el polvillo.
“En Fuerteventura se llama “salón” a un ligero manto salinoso que cubre los márgenes de los terrenos cultivables cuando la sequía es persistente. Esta hace también que la capa superior de tierra de la gavia se haga más fina; este es el “polvillo”, nota de edición original.
Fotografía de la autora: «Batalla de Tamasite», tabla al óleo de la Iglesia de Tuineje.