Gitá

No existe una escuela para ser o pensar como yo. Las aventuras, buenas o malas, que viví fueron mi maestro. Una gran maestra en mi vida está siendo Rita Lee por la profundidad de su crítica y cierto cinismo semi-punk que la adorna. Mi único consejo es lanzarse al camino como una gitana, con unos trapos enrrollados en un hato, tu baraja y saber cantar y bailar. Lo demás vendrá solo, Insha-Al-Láh…