Santa Cruz de Tenerife, Gentrificación y destrucción del Patrimonio de la mano de tres nazis.

No iba a ser Santa Cruz, “la muy noble, leal e invicta”, y que presume de haber derrotado a Nelson y perder la oportunidad de ser las “llanitas” del norte de África, la que se librara del ataque furibundo del Neoliberalismo y la destrucción de su centro histórico. La Gentrificación avanza promovida por los planes de urbanismo ilegales.

El último atentado es la invasión del antigua fábrica de tabacos y después cine “Victoria”, para construir un supermercado especulador, que quiere derrotar al “gobierno social-comunista” a fuerza de subir precios y joder  a las consumidoras que se lanzarán furiosas a engrosar el ruido nazi de las redes.

El Alcalde, amenazó a unas vecinas con una multa salada por poner unas plantas con macetas en una calle del centro que no tiene ni una sola papelera, por “invasión del espacio público patrimonial”.

Este año no izó la bandera LGTBIQ+ el Día del Orgullo alegando que “le prohibieron izar la bandera canaria de las siete estrellas verdes”.

No deja de tener guasa, por no lanzarnos a quemar el consistorio, y todos y cada uno de los monumentos de exaltación al Dictador nazi Francisco Franco, mientras deja caer envueltos en mallas a modo de advertencia, casas de fines del siglo XVIII y XIX.

Invadir el espacio público patrimonial fue pagar una fortuna a los arquitectos suizos “Herzog & de Meuron”  por destruir el entorno de la “Plaza de España”, que consta de una charca  llena de colillas y cucarachas muertas, sin antes derribar el conjunto escultórico de exaltación nazi mal llamado “monumento a los caídos por España”.

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Igual de antidemocrático resulta que la ciudad que nació con la Conquista, fundada por el adelantado de la corte Fernández de Lugo, con vocación marinera le haya sustraído a la ciudadanía el acceso al mar que no se puede pisar hasta 7 kilómetros después de la citada plaza.

Acompañado por 3 concejales nazis y el apoyo de la comparsa del Partido Popular, el Alcalde y varias asociaciones franquistas han judicializado el cumplimiento de la “Ley de Memoria Democrática” denunciando en varias ocasiones el “Catálogo de Vestigios Franquistas” elaborado por la Universidad de La Laguna U.L.L. nada sospechosa de ser “comunista”.

 La conversión de todo lugar habitable en “vivienda vacacional” sin elaborar una ordenanza que regule tal actividad, entrando en fraude de ley por colaborar en evadir el pago de impuestos de tal negocio al Ministerio de Hacienda.

Esta situación hace imposible encontrar una vivienda habitable a un precio razonable.

La invasión de europeos “nómadas digitales”, promovida por la nefasta política de la ex Consejera de Turismo del gobierno canario, han terminado de copar todo el espacio, expulsando a la gente trabajadora, canaria o foránea, a los cinturones de marginalidad situados en la periferia de la ciudad.

¿Qué será del espacio periurbano que alberga el último rebaño de cabras en el Barrio de la Salud, en la zona que conecta  este municipio con el de La Laguna?

Texto y Fotografías originales de la autora.

Las Palmas de Gran Canaria, Gentrificación y la “postal fascista”.

Por fin el aeropuerto en Tenerife se había vuelto africano y la saludaron Senegal, Gambia y el Sáhara.

Voló a Gran Canaria con la socialdemocracia sentada a su lado, asiento de pasillo, ella en la ventanilla, «ultraizquierdista» se tuvo que declarar ante aquella conversación obligada.

Aterrizó en el “Teatro Pérez Galdós” y tomó café en la Calle Mayor de Triana, completamente gentrificada con un hombre joven vestido de pijo, que ni sabía que era fascista, hostil sí que era, de puro nazi.

Parloteó con cuanta mujer obrera se prestó y Mercado de Vegueta adelante, llegó al Patio de los Naranjos, en la trasera de la Catedral, no sin antes discutir con la funcionaria de la “Casa de Colón” que dijo que “antes Guanarteme era sólo putas y maricones, ahora da gusto todo lleno de terrazas”… Ella afilada le respondió que “los Maricones también tienen que tener su sitio en cualquier ciudad, país  y la advirtió de que sus palabras podían herir sensibilidades y costarle un disgusto, en el Mundo cabemos todas”, sentenció.

Pidió permiso a una señora mayor al verla fumar, y ella la invitó a sentarse. La anciana fumaba con aquel estilo de diva de película de los años 40

Hablaron sobre “lo Público”, Política y Cines. La señora le contó que vivía en una Residencia de ancianos cercana a la Catedral.

Notó la soledad de la mujer y como su oído agradecía la palabra política de aquella mujer con barbilla tatuada.

La despidió, se despidieron y se sumergió en la Fotografía de Nabil Boutros,

Nabil Boutros es un artista egipcio de origen Copto, exiliado después del fracaso de la Revolución de 2011, y desde entonces vive en Francia.

Disfrutó de nuevo de la charla con la celadora del la exposición mientras comentaban las fotografías e instalaciones artísticas de Nabil Boutros.

Una mujer joven con dos niños de corta edad, y juntas fruyeron una conversación  fugaz de la Política al Arte y a la Cultura.

Pasó en volandas la Calle Triana, el colmo de la gentrificación, y aterrizó en Playa Chica, Las Canteras.

Una nube de Melfas saharauis la abordó, cuál miríada de mariposas multicolores, y disfrutó de la terraza del bar “Pío-pío”.

La conversación de la mesa contigua le llamó la atención, esa mescolanza entre hassanía con muchas palabras en español incrustadas en la voz árabe.

Habló al más joven y el muchacho le respondió áspero, torciendo los ojos.

Bebió agua con gas y limón, servida por la propietaria china.

Merodeando por las callejuelas del Laberinto-Medina que conforman “El Puerto” llegó a un oasis de telas mauritanas, inciensos y babuchas amazighs.

Como no, se aprovisionó de Khool para pintar los ojos y librarlos de la contaminación y salió feliz, con un saco repleto de fantasía a la espalda que le llenó la vida.

Comió a la moda magrebí y se sintió en su propia casa. “Ahlan wa Sahlan”, Bienvenida a tu tribu, acompañada por una señora colombiana de hablar sabroso, que la dejó a la puerta del restaurante.

Anduvo con su fardo de fantasías a la espalda con el peso del sol de mediodía y se topó con la “Casa Suecia” y toda la melancolía de la juventud vivida en aquellas sillas y mesas se la tomó con un café, muy sueco como aquellos de antaño.

Recordó cuando leía los periódicos colocados en una larga pinza de madera, cómo en los hoteles de las películas a dos calles de la playa y del Océano Atlántico.

Recordó todo saboreando el café, lo bueno, lo malo y lo regular. El sabor del café ruín hasta llegar al café sueco de infusión, colado, otro oasis.

Las noches bailando y las noches en blanco en plena tragedia. Esta ciudad es abierta y áspera. Te lo da todo y te quita todo, una ciudad africana de vida dura.

Observó que el paseo litoral imitaba al de Copacabana, y aquella pobre ciudad no sabía que era Favela, Morro habitado clavando tablas de chabola, comiendo pescado de la orilla y bebiendo agua cargada al hombro o a la cabeza.

Una vocación de “ser la ciudad carioca de África«, en dura competencia con Casablanca y su cinturón de “Bidonvilles”…

Texto y Fotografías originales de la autora.

«No se puede descolonizar sin despatriarcalizar», María Galindo y reflexiones desde la orilla africana dónde comenzó la Conquista.

Uno de los Debates entre Mujeres que nos pasan por delante versa sobre el Velo Islámico, sí o no.

En las Redes hay posiciones agresivas de los dos lados, e incluso un debate teórico entre Feministas Islámicas y Feministas Laicas, que declaran que «el feminismo islámico es un Oxímoron».

Leía ayer un artículo sobre las alianzas de la derecha estadounidense y los conservadores musulmanes, “por ser considerados útiles en futuras guerras culturales».

¿Se acuerdan de aquel esperpento político de Zapatero titulado «Pacto de Civilizaciones» posterior a los Atentados del 11-S en New York?

Una década más tarde nos encontramos con que la Ultraderecha española ha sido financiada por un sector de la oposición iraní.

Lo que se defiende entre nosotras, no estoy sola en esto, es la Libertad contra la Prohibición de Velos o Burkinis en Francia, y la de cualquier Mujer que, por decisión propia, decida abandonar el uso del velo, practicar el Nudismo o conservar la norma de etiqueta islámica y practicarla.

No soy una persona religiosa, pero tampoco dejo de reconocer que «provocar a sociedades ultra-conservadoras«, como me respondió Nadia Yassine en debate público, exigiéndoles actitudes y normativas, que incluso en nuestras sociedades «democráticas» son fuertemente cuestionadas, como el matrimonio igualitario o la visibilidad LGTBIQ+, «burbujas de derechos» que son rápidamente suprimidas en cuanto el péndulo Neoliberal gira hacia la Ultraderecha.

Propongo ante esto el Terrorismo de Género, a la inversa; siempre he defendido que no tener una identidad muy definida es quitarles el suelo de debajo de los pies a los «etiquetadores, sexadores” y gentes que nos obligan a definirnos, ante la incerteza de sus propias identidades, queriendo construir una Otredad poscolonial para calmar sus fobias e incertidumbres.

Nuestra Brújula debe ser el Patriarcalismo de las Religiones, sus Rituales y las culturas devenidas como explica perfecta y «contradictoriamente» en su texto María Galindo, de «Mujeres Creando» de Bolivia, «No se puede Descolonizar sin Despatriarcalizar«.

Podemos ver con claridad los problemas económicos de la República Islámica de Irán, causados por embargos, sanciones internacionales y la corrupción dentro del aparato del estado teocrático, denunciado por las Mujeres en sus calles.

Observamos los problemas que han causado al Vaticano, otro estado teocrático, los casos de corrupción económica graves durante más de 40 años, mientras continúan pontificando sobre el Aborto.

Aquí reflexiono con la propuesta de María Galindo para aclarar que, la Alianza entre Patriarcado y Capitalismo nos ha mostrado su última excrecencia, el Neoliberalismo, que impera en Irán, Arabia Saudita, Bolivia y Chile.

Todo a las espaldas de los Cuerpos de las Mujeres, las Cuerpas, pues es con la Negación del Valor de nuestras Vidas, Conocimientos y Trabajo que se fabrica la Opresión diaria del Planeta.

Concluyo esta reflexión contándoles que en el Islam está «prohibida», es «Haram«, desde su fundación la Usura y los bancos deberían seguir la norma islámica, «Dawa«, que contempla no cobrar intereses por el dinero prestado, y que la Iglesia Católica tiene su base en la Pobreza, ya que su fundador aborrecía a los Ricos y expulsó a los Mercaderes del Templo…

Fotografía «Figura Femenina en Madera» prehispánica, hallada en «Juan Grande»-Museo Canario, Las Palmas de Gran Canaria

“Mujeres Libres, la importancia de la acción anarco-feminista urbana”.

Esta mañana al coger el ascensor para comprar el pan, hablé con unos trabajadores que actualizan el cableado eléctrico de mi edificio, de más de 60 años de antigüedad.

Trabé conversación con uno de ellos, hombre venezolano joven subcontratado, y hablamos, hablé mejor porque tengo e intento usar mi autoridad en la conversación (risas), sobre “el elevado precio de la Electricidad y dije que uso gas de bombona”, el trabajador preguntó si era bombona, no sé por qué ya que en Canarias no existe “gas-ciudad”, “para cocinar y calentar el agua de la ducha”.

“El Gas cuesta más de 20 €”, a lo que rápida, consumidora actualizada e informada,  respondí “bajó de precio, ahora cuesta 16€, después de que el Gobierno de Pedro, el guapo, aprobase la “Excepción ibérica” pactada con el Gobierno de Portugal en la U.E.” (Aunque Canarias esté en África y en línea recta con el Sáhara Occidental a poca distancia, y Argelia)

Rápidamente se incorporó su compañero de trabajo, hombre andaluz, joven y con tatuajes en los brazos, que dijo “yo sólo sé que me retienen 800y pico € de mi sueldo” a lo que rápidamente y para no perder el poder en la conversación respondí “claro, eso es para construir carreteras y hospitales”, a lo que el contra-atacó diciendo “A mi me gusta la Sanidad Privada”.

Abrí la puerta del ascensor para bajar y antes le dije “cuando te rompas una pierna verás como acabas en el Hospital Público”.

Mucho se ha escrito y se ha mostrado en documentales la “sección” anarquista de la C.N.T. “Mujeres Libres”, creada una vez negada su participación en el comité, como ellas reclamaban.

Uno de los episodios que más me impactaron, narrado por Mary Nash en “Mujeres Libres. España 1936-1939” es cuando narra “cómo las compañeras anarquistas subían a un tranvía y arengaban a las pasajeras mujeres con discursos que versaban sobre los más variados temas, el matrimonio, el trabajo de la Mujer, su participación en la Política”.

De esta fórmula anarco-feminista he tomado ese accionar en cualquier espacio público y convertirlo en político, porque el espacio es público porque lo usamos y pisamos, no porque sea de nuestra propiedad.

Porque lo Público atañe a la Comunidad, algo que el Ultra-Capitalismo casi ha logrado cercenar, y es por eso Compañeras, que las llamo a tomar la acción de la palabra en cualquier mínima ocasión que se propicie: en la cola de la caja del supermercado, andando por la calle de la ciudad, mientras interactúas con cualquier trabajador o trabajadora, como único medio de subvertir la facistización de la Sociedad y el propio Lumpen.

También quiero llamarlas Compañeras a contemplar esa transformación del Lumpen por el Fascismo del Ultra-Capitalismo, que lo mismo lleva a una turba a asesinar a Samuel en A Coruña, al grito de “Maricón”, a golpes, como una jauría humana hace ahora dos años, o al reciente caso del artista caboverdiano de visita en Las Palmas de Gran Canaria invitado por una institución oficial, a quién, según la crónica periodística, “no le gustó al Portero de la discoteca “Pequeña Habana”, situada en la calle “Fernando Guanarteme”, zona histórica de trabajo sexual Trans*, Travesti, dónde declara que “tras la negativa del portero a dejarle entrar al local le cayó una lluvia de golpes que ni sabe identificar de dónde vino.

A Yuran Henrique, así se llama el artista caboverdiano víctima del lumpen fascistizado, le tuvieron que restaurar la mandíbula y la nariz en varias cirugías y casi pierde la lengua por los golpes, por supuesto en un “Hospital Público”.

Anarquismo intuitivo. Práctica del anarco-feminismo desde la intuición. Tuineje, isla de Fuerteventura.

Viví en Tuineje, Fuerteventura hace un tiempo, concretamente en un barrio llamado “Corral Blanco”. Me vi en un momento de apuro y una mujer me presentó a otra mujer;  esta última mujer me alquiló una casita, buen precio, buenas palabras y prohibido alcohol y drogas que no me supusieron ningún problema porque no soy usuaria.

Fui muy bien recibida por la familia, un matrimonio con varios hijos mayores, marido jubilado y mujer cabeza de la casa, con más de 300 cabras y un toro, gallinas.

En el trato diario fui observando que la mujer tenía un tejido comunitario con otras mujeres del barrio, algunas de su familia otras sólo vecinas, incluida la panadera y otra mujer que tenía una especia de mercadito para algún apuro, que conformaban una red de cuidados, cultura, comida y venta de productos de su explotación ganadera.

Pilar, que así se llama mi amiga y compañera hasta el día de hoy debe rondar los 70 años, hace queso, vende cabritos y con su coche vende huevos de sus gallinas por todo el municipio.

A las dos nos encantaba conversar, y todas las mañanas me llamaba para tomar café juntas mientras hablábamos de asuntos cotidianos, asuntos del barrio, del pueblo, y sin quererlo me convertí por un tiempo en punta de lanza de aquella escuadra de mujeres anarquistas intuitivas, pues muchas eran analfabetas.

Tuve que empadronarme en aquel ayuntamiento por cuestiones prácticas, y cuando le dije la dirección a la administrativa del consistorio me espeta “Esto es “Corral Blanco”, ¿usted sabe dónde se ha metido a vivir”?

Le respondí que “sí, que en la casa de una señora muy seria, respetuosa y su familia” a lo que rápidamente respondió con un “por supuesto Pilar es una mujer estupenda”.

Sentí la criminalización de aquellas prácticas anarco-feministas inconscientes, y su señalamiento, por lo que rápidamente respondí, “A mí me parece un barrio muy acogedor, me han recibido con los brazos abiertos, y que pasa, que las de “Corral Blanco no pagan sus impuestos? Porque esto es un Ayuntamiento no el programa de Ana Rosa Quintana”.

La administrativa ensombreció el rostro y balbuceo una disculpa. Lo mejor fue cuando de regreso a casa le conté a Pilar todo este asunto y las carcajadas que dimos juntas.

Pilar me contaba sus quehaceres diarios y comprendí rápido que quién ostentaba la autoridad en aquella casa era ella, aunque le daba a su marido un lugar de respeto por su opinión, y un cariño enorme tras la superación de un cáncer.

Me contó que ella y su hermana fueron las primeras mujeres analfabetas que aprobaron el carnet de conducir en Fuerteventura,  mientras me llevaba en su coche con una carga de queso y cartones de huevos para su negocio. También me contó que entre ella y otras mujeres del barrio atendían a su tía y otras mujeres mayores del barrio, que vivían solas.

Pilar hace teatro con otras mujeres de su pueblo, en el “teleclub” como llaman ellas al centro cultural del barrio, hace playbacks de Rocío Dúrcal vestida con sus mejores galas en la fiesta del pueblo, y participa de la romería, y la fiesta del “Diablo de Tuineje”, que se celebra todos los años en la misa del Gallo, en Nochebuena dentro de la pequeña iglesia del pueblo con sillares de piedra volcánica, tejas y una pared encalada blanca como la nieve.

La fiesta del “Diablo de Tuineje” merece un aparte pues se representa la batalla de San Miguel, arcángel, contra el Diablo y en la que participan todas las vecinas y vecinos del pueblo, incluidos los niños, una mezcla religiosa-fetichista en la que se crea una expectación para ver a quién le toca hacer de Diablo ese año.

Y ya ven, que para practicar el Feminismo y vivir en una comunidad anarquista, estas mujeres no han leído nunca ninguna teoría intelectual. Saben que deben hacer, conocen su Clase Social y al señalar al enemigo no yerran.

Fotografías de la autora todos los derechos reservados.

Fotografía 1: Amanecer en Corral Blanco, Tuineje. Fuerteventura

Fotografía 2: «Batalla de Tamasite», óleo sobre madera. Iglesia de Tuineje, Fuerteventura, Detalle.