Farah recibió un mensaje que decía que su Declaración como heredera de Tin Hinan, de “Por que no uso burka”, no le parecía bien. Por decirlo de un modo educado y sin la descalificación, que el tal anónimo había colocado, terminaba diciendo que “Quiere poseer a Farah”, no se si de manera individual o en grupo, ya que mi artículo-cuento, habla de mi pertenencia tribal, y de mis condiciones como individua independiente dentro de la tribu. Recomiendo al anónimo leer un poco más sobre la vida de Farah, si es que no lo ha hecho ya de manera furtiva, igual que ha mandado su mensaje, y que sepa que Farah es imposible de poseer, primero porque se niega en rotundo a ser considerada un objeto, y son tales los que pueden ser poseídos. Así mismo le recomiendo la asignatura de “Antropología de la familia y el parentesco” que puede cursar de manera oficial en la UNED, dirigiéndose a la Facultad de Antropología, para comprender como nos organizamos los humanos.
Si se refiere a otro tipo de “posesión”, debería enviarme un mensaje con su nombre, y a ser posible una foto, para luego, decidir yo, si merece diez minutos de mi magnífica y majestuosa presencia. No voy a repetir el manido discurso de gente que se esconde detrás del anonimato para bla, bla, bla…
Prefiero hacer música, pintar, cocinar o escribir, y si no me pongo a limpiar, o a llenar mi palacio de humo, ya que es mío y solamente mío, aunque últimamente lo comparto con el “navegante negro”, que encontré al llegar al oasis de Siwa, y no nos va nada mal. No me cierro a conocer a otros hombres, ni a casarme de nuevo, ni siquiera a tener una relación de sexo lúdico, pues soy una persona educada, moderna y tengo la valentía de expresarme, bien o mal, eso no me corresponde a mi juzgarlo, como me parece y me viene en gana, a veces contra viento y marea.
A partir de ahora rechazaré todo tipo de comentarios anónimos, e incluso puedo en mi “telaraña” digital, hacer que ni siquiera lleguen a mi, para no tener que leer cosas, muchas veces incomprensibles o insultantes, ya que es mucho presuponer que “deseo ser poseída”, y va contra mis Derechos Fundamentales, ya que poseo, como la mayoría de los saharahuis, pasaporte español, y haré valer mi derecho hasta en el último Tribunal que exista.