De cuando Farah encontró el traje de astronauta, y se preparó para el largo viaje.

Farah preguntó al director del templo por la aproximación de Saraswaty y Tara a su vida, y él le respondió amablemente que lo miraría, y le daría una respuesta. 

Dobló la esquina y allí estaba, su traje de astronauta en una vitrina, como si se vendiese, y ella decidió comprárselo para partir de una vida de dolor profundo hacia el espacio cósmico de la felicidad.

Muchos quedarían atrás definitivamente pues no habría viaje de retorno, y se despidió agriamente de recriminadoras, sucios y mezquinos, como asegurándose de que así su viaje sería un éxito total.

 A la mañana siguiente acudió al Programa Espacial y contempló en la lista como había sido aceptada para realizar el viaje sin retorno que tanto ansiaba. Sería la primera cosmonauta musulmana y feminista que llegase al planeta de la Felicidad y así lo pensó, sonriendo para si misma, para luego decírselo al director de viva voz…

Pasó la mañana entre brumas. No es fácil partir para tan larga travesía después de tantos años de arduo entrenamiento, levantándose en las madrugadas frías para seguir fielmente su propósito, inculcado desde la infancia por su padre, al mostrarle la foto de la Comandante “Valia”, Valentina Tereshkova, convertida en la primera mujer cosmonauta.

Su padre le dijo: “un día quiero que seas la primera musulmana que vaya al espacio, y que vivas en la Libertad que yo te he dado, para siempre, de ser lo que desees”, y ella lloró abrazándolo, pues era la única persona que había comprendido su sueño, apoyándola en todo. 
Contempló el hiyab negro de encaje que le había dado para poner debajo de su casco espacial y lloró de emoción, ante la partida que su padre ya no podría contemplar. 
Él viajaría con ella, a través del velo bordado que le había comprado en una tienda muy cara, teniendo que soportar los gritos de su madre cuando llegó y lo mostró a Farah, cogiéndola entre sus brazos….

texto y foto originales de Farah Azcona Cubas.

Un comentario sobre “De cuando Farah encontró el traje de astronauta, y se preparó para el largo viaje.

  1. Farah no se va de viaje, va a emprender el viaje superior: !cuantas anhelan emprender el suyo y no tienen ni siquiera el coraje de soñarlo!. Le deseo alegría y buenas compañías para su disfrute…y por favor, que nos lo cuente tan bellamente como ha hecho con el cuento que anuncia su comienzo.

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