El poder de la palabra «Si» acarició su oído, mientras la tarde caía con una suave luz azul.
La desilusión acarició su alma y recordó los dulces besos que la vida le había regalado…
La música la acompañó en aquella soledad deseada, buscada hasta que por fin había llegado para quedarse para siempre
.Miró el dulce rostro de la loba Habiba y se sintió mejor que nunca. Al fin una compañera que corría con ella por la pradera de la ciudad, sin permitir que sus afanes las interrumpieran.
Una relación perfecta, comenzada cinco mil años atrás, cuando Farah era joven y nació la lobezna mas vivaracha del bosque.
Aún se extrañaba de que solo ella pudiera ver cuan vieja era, como en un milagro, mientras los demás la veían como si fuera una chiquilla que aún correteaba por las estrechas callejuelas de la Medina.
Atrás había quedado el azul de su pueblo y aquellas teclas desdentadas del piano del bar, en el que cantaban las mujeres, sin saber que en unos años aquello ya no existiría.
Una ola de pavor y de desolación habían acabado con la voz de Rimitti y los acordes del piano argelino que la adornaba. Solo ver su mano pintada con henna le recordaba algo de su feliz infancia.
Atrás sus años de juventud en una Barcelona gris y llena de gente de todo el mundo, cuando aun la palabra inmigración no existía…
Lo exótico de sus cabellos rojos, sus manos tatuadas y su barbilla dibujada no habían llegado aún a ser el hastío de una Europa agotada y vacía. Cuando en las noches andaba por aquel callejón del Raval, de la mano de un motero italiano con una barba rubia, no existía aquel muro invisible que ahora la insultaba, llamándola bárbara, africana, musulmana de mierda…
«Es que los musulmanes no aceptan a los demás …» era la coletilla que adornaba el comentario anterior.
«Es que los gitanos quieren acabar con nuestro país…»
Tenía que escuchar una y otra vez, mientras su corazón de gitana se revolvía en la tristeza de lo imposible, un mundo como el que ella había conocido, de fronteras lejanas, con todo por descubrir…
Hola! Saludos desde Madrid!
Me gustaMe gusta