Parece el título de una película de terror de las malas, y en el fondo, es la descripción de los 60 años que cumple Israel como estado independiente desde su formación en 1948. “Naqba” en árabe significa desastre, y es el nombre que se da al éxodo del pueblo palestino, desde que Israel instaló en Oriente Medio un régimen de terror, mezclado con negocios turbios de armas, regalías de países occidentales culpabilizados por la barbarie nazi, y un falso e idílico país sembrado de colonias agrícolas regentadas por gente obtusa y con muy mala leche, que insiste en culpabilizar a los árabes de todos sus males. Desastre que sufren niños, mujeres, viejos y hombres de Palestina, pero que, en segundo término, mediatiza, manipula y bloquea la relación de todos los países árabes con el resto del mundo. Ha servido también a los corruptos mandatarios de estos países para negar la evolución de la ciudadanía, en favor de una emergencia protagonizada por Israel, que les ha llevado en múltiples ocasiones a tirarse los trastos a la cabeza consiguiendo el objetivo prioritario del Estado judío: enturbiar el escenario mundial y distanciar de manera irreconciliable la postura de unos y otros, árabes al fin, para instalarse definitivamente en la zona. Deseo aclararles, en un cansancio de haber nacido con la guerra del Yom Kipur, que el objetivo de Israel, que según el Corán es el nombre del ángel que presenciará el castigo de los condenados al infierno, es, robar a todos sus vecinos los recursos naturales que le permitan sobrevivir en un medio hostil y, principalmente, el agua de Jordania, Siria y El Líbano para regar sus famosas “huertitas”, presentadas por sus amigos como el milagro producido por el tesón de un pueblo que sabe sobrevivir en rudas condiciones. Una vez más señalarles que hay palestinos que han nacido en campos de refugiados de Jordania o Líbano que no existen, forman parte del limbo al que les ha condenado Israel al no aceptarlos como integrantes de la población del Estado Palestino hipotético, y que nunca han conocido la vida en condiciones normales. Estos olvidados nunca han formado parte de las conversaciones, interminables y estériles conversaciones, de paz entre Palestina e Israel, y a la vez son usados como arma contra los países de acogida antes citados, como elemento distorsionador y como excusa para más de una invasión. Los europeos que hemos crecido con esta orgía de sangre interminable y que hemos señalado a Israel como verdadero culpable del bloqueo del proceso llamado, “de Paz”, hemos sido calificados como antisemitas y denunciados, en especial España, comprometida por lazos históricos con el mundo árabe, ante los organismos internacionales. Esperemos ver el final de ésta película mala de terror, Insha´Al-Láh…
gracias a personas como tu la causa palestina es la causa de todos y mejor comprendida por aquellos que no saben de que va el tema de un canario palestino para una persona con principios.
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