Ella, la crueldad, el páramo y el Juicio Final.

El silencio, el viento y el polvo rojizo del páramo.

Sola, a todo eso se enfrentó.

La celosía de madera la alivió de aquel calor exasperante. El edificio en penumbra, de roca volcánica esculpida su fachada, le recordó los sudores y penas de los canteros.

No le dijo nada. No le habló.

Era como el páramo, ornamentado en un intento civilizatorio de aquel desierto. La crueldad de aquella vida se podía respirar en cualquier rincón de la isla, que se había separado del continente.

La isla se separó, desterrada por aquella crueldad tamaña.

«El mal será quién mata la simiente», decía Nelson Cavaquinho en el samba «Juicio Final», que retumbó en la voz estruendosa de Clara Nunes.

Quiso que llegara aquel Juicio Final y que le preguntaran por la voz de la guerrera, Clara.

Solo de aquella voz hablaría, pues a la maldad le volvió la espalda, e ignoró la crueldad con un desdén mucho más cruel, aún…

Texto y fotografía originales de la autora, prohibida la reproducción sin mención.

«Juizo final» Clara Nunes canta Nelson do Cavaquinho.